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Miedo a la realidad

Llevo años frente a esta puerta deseando que se abra. Ahora que tengo la oportunidad, no estoy del todo seguro de querer hacerlo. Llevo días sin dormir de la emoción de por fin conseguir lo que llevo tanto tiempo esperando pero, a la vez, tengo miedo de saber lo que hay al otro lado.


Estoy sudoroso. Al apoyar mis manos en la puerta puedo llegar a ver cómo quedan plasmadas en la superficie metálica de esta.


No puedo respirar bien, tengo un nudo en la garganta que difícilmente podré tragar y con cada exhalación siento que mis pulmones se hacen más pequeños.


Noto mi cuerpo tembloroso, desde las uñas de mis pies hasta el último pelo de mi cabeza.


Tengo las lágrimas a punto de reventar en mis ojos, y lo sé gracias a que noto una gran presión en mi nariz. Estas lágrimas sé que son de emoción, emoción por volver a ver a los míos, aquellos que creen en mí.


Por la ranura de debajo de la puerta, sale una luz muy brillante, incluso podría llegar a decir que es una luz que desprende calor.


Estoy cansado, pero mi mente no me deja dormir.


Siento mi corazón latiendo fuera de mi pecho. Noto cómo cada vez, es más rápido, hasta el punto de tener que sentarme para tranquilizarme, pero eso nunca funciona.


Cada vez que me miro al espejo, veo mi cara pálida y, sin saber cómo reaccionar, me la mojo hasta que recupera su color original.


Quiero dejar atrás todo mi pasado para lograr crear un futuro distinto, pero sé que me perseguirá toda la vida y que, por mucho que lo intente, no se separará de mí.


Hoy es el gran día, el gran día de abrir esta puerta que me impide ver más allá de las cuatro paredes de una celda en la que llevo viviendo por más de diez años…


Con mi cuerpo tembloroso agarro bien fuerte la manivela de la puerta y estiro, me tapo con el brazo la cara porque el sol brilla más que nunca. Poco a poco avanzo por el pasillo hasta llegar a otra puerta aún más grande, apreto bien mi puño y, con los ojos cerrados, salgo.


Siento cómo el viento mueve mi pelo… Me giro y pienso: “Por más que salga de estas cuatro paredes, ¿llegará mi culpa a dejarme ser libre?”


Autora: Lucía Jiménez, 2nB

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